Morfológicamente presenta dos zonas bien diferenciadas. Una más antigua, alrededor del Palacio y la Iglesia parroquial que se erige frente al mismo, y que hasta tiempo reciente tuvo como límite el eje de la Vía de la Plata. Y otra moderna, configurada por tejidos de organización más regular, surgidos en las últimas décadas del otro lado de la carretera, en los que se sitúan el nuevo Ayuntamiento y otros servicios, entre ellos hermosas plazas y cuidados ajardinamientos.
LA IGLESIA PARROQUIAL
La iglesia parroquia es, según las trazas arquitectónicas que podemos admirar en su portada y en su interior, una edificación de finales del siglo XVI o principios del XVII. Su construcción y mantenimiento a través de los siglos se debe, sin duda alguna, al patronazgo que sobre ella han ejercido los señores de la localidad, pues pudo ejercer simultáneamente como capilla del palacio, y como iglesia parroquial.
Es un edificio de mampostería y ladrillo. Su exterior se encontraba encalado hasta la restauración efectuada en el año 1990 por el actual párroco, don Manuel Sánchez Marín, que levantó el enfoscado espurio que cubría estos muros y les restituyó la estampa que originariamente tenían, con lo que el monumento ganó nobleza y personalidad
PALACIO DE LOS MEXÍA
El edificio de carácter civil más atractivo de la localidad es el de sus antiguo señores los Mexía y también Mejía, cuya genealogía trataremos en el apartado histórico correspondiente. El inmueble se encuentra ubicado en el lado de poniente del casco urbano y forma con la iglesia parroquial de la Purísima Concepción la singular y atractiva plazoleta que ya hemos ponderado anteriormente.
En la mansión se distinguen dos partes claramente diferenciadas: la primitiva torre (que dio nombre a la población), y el palacio de anexo a ella edificado posteriormente.