El Domingo de Ramos y el Jueves y Viernes Santo, son días muy especiales en Oliva de la Frontera. Toda la localidad se vuelca en la Pasión Viviente, Fiesta de Interés Turístico Nacional, en la que se representan los últimos días de la vida de Jesús. Los vecinos y vecinas de Oliva de la Frontera participan de manera activa, como actores y figurantes.

La representación comienza con la Santa Cena, a las puertas de la Iglesia de San Marcos Evangelista. Desde allí se trasladan hasta la Plaza de España, en la que se representa lo acontecido en el Huerto de los Olivos. Jesús es prendido y se trasladan hasta el Sandrín, situado en la Plaza del Ayuntamiento. Es ahí donde tiene lugar la representación del procesamiento a Jesús.  

Jesús con la cruz recorre las calles de Oliva de la Frontera ayudado por Simón de Cirene y seguido por el pueblo, así como por soldados romanos a caballo y a pie, encontrando a  la Verónica, que le limpiará la cara y quedará impregnada en el lienzo. 

Concluye la representación con la Crucifixión de Jesús y su descendimiento de la cruz, para ser conducido al sepulcro, situado en el Santuario de la Iglesia de San Marcos Evangelista. 

La Pasión Viviente es una forma de vivir la fe y el fervor religioso de la Semana Santa mientras se recorren las calles y lugares emblemáticos de la localidad.