El puente, obra medieval de origen romano, se sitúa, en el extremo contrario que la parroquia, sobre el antiguo camino de Badajoz a Cáceres; esto es, en posición transversal respecto al crecimiento posterior del pueblo, lo que le confiere una situación actual extraña en el conjunto del caserío. Cuenta con tres arcos de piedra y cuerpo de sillería, ofreciendo una de las panorámicas más atractivas de la localidad.