La Casa Azul era originalmente una pequeña casa construida sobre una ladera. Después de su rehabilitación, y aun manteniendo la arquitectura tradicional, se ha tratado de crear habitaciones más espaciosas y con más luz. Así, toda la planta baja la ocupa una amplia zona de estar en la que se integra un comedor para diez personas, una cocina americana y una chimenea rodeada de sofás. En la planta de arriba y en un estrecho patio con escaleras se sitúan cinco habitaciones con nombre propio: el primero de la clase, el segundo de a bordo, el tercer ojo, el cuarto oscuro y el quinto pino. La casa está situada frente al balneario de Alange, que en sus orígenes fue un balneario romano y que en la actualidad es una importante estación termal que combina terapias tradicionales, como duchas escocesas o baño en manantial, con las últimas tendencias en wellness e hidroterapia (piscina de burbujas, envolvimientos o masajes de velas perfumadas). Pero relajarte en el balneario no es lo único que puedes hacer en el pueblo de Alange. Su situación entre el pantano y la sierra te permite practicar escalada deportiva, senderismo, golf, pádel y actividades acuáticas.