Restaurante de comida mediterránea, ubicado en una antigua ermita del s. XVII, en donde fusionamos notas de autor con platos típicos de la zona. Nuestra calidad nos la dan los productos frescos y las carnes ibéricas de la dehesa extremeña.
Apostamos por la tradición en la cocina, la innovación en nuestras religiosas instalaciones y el buen sabor de boca como recuerdo.
Nos llaman pecadores, pero ¿qué mejor pecado que aquel que le ofrecemos al paladar?