originaria del XIII, presentando adosada como adición de época barroca la enorme capilla del Cristo de la Misericordia, erigida en el XVII por el presbítero Miguel Fernández. Su fábrica de sillares presenta asimismo ábside semicircular y hermosa portada gótica. Presidía su interior un magnífico retablo destruido en 1936, atribuido a la escuela de Luis de Morales o al foco placentino. También desapareció en la misma época el Crucifijo medieval de gran valor, del que hoy se ofrece una buena réplica realizada en época actual por el artista madrileño Julián Cristóbal. En su sacristía se conserva la recia pila granítica en la que el 15 de Noviembre de 1494 recibió en bautismo el Conquistador de Méjico, Hernán Cortés. La iglesia, de tan acusada dimensión histórica, fue restaurada hace unos años. En atención a sus características ha sido declarada Monumento de Interés Histórico Artístico por la Junta de Extremadura en 1990.