Realización destacada resulta también el convento de monjes descalzos de la Merced, en el que se hace notar la imponente fachada de su iglesia, obra de estilo barroco, erigida a finales del siglo XVI en ladrillo visto, con portada de múltiples componentes formales y ostentosa espadaña de coronación. La obra aparece en la actualidad embutida entre viviendas que flanquean por ambos lados. El interior se presenta como un gran espacio unitario, desnudo de capillas y otros componentes, en el que resalta el friso de estuco representando el escudo y otros motivos mercedarios. El resto de las dependencias conventuales aparecen muy remodeladas, habiendo sido utilizadas sucesivamente, tras su abandono el siglo pasado por la comunidad matriz, por otras instituciones, y para diversos fines, fundamentalmente educativos, resultando desalojado definitivamente en 1982.