En los terrenos más llanos cerca de las nombradas huertas, el Prior don Cristóbal Bravo de Laguna rehabilitó este templo en los primeros años del siglo XVI. Fue iglesia del viejo convento prioral de la Orden de Alcántara, ya completamente desaparecido, y contiguo también se encontraba el antiguo palacio prioral. Es un edificio construido en su mayor parte de mampostería y hormigón con contrafuertes de ladrillo en la nave y de cantería en la cabecera. El templo destaca por su belleza arquitectónica, con atrio delantero que se compone de un arco central ojival flanqueado por otros dos carpaneles, balaustrada y rematado en altura con pequeña espadaña. Éste, sabemos que en origen estaba cubierto por «quartones de pino ... y encima vano y teja ... enladrillado y la parte de la puerta esta un poyo de ladrillo y cal».