Comenzó a construirse en 1.746 siendo finalizadas las obras en 1.748 bajo las órdenes del Obispo de Badajoz D. Amador Merino Malaguilla junto con los molinos adyacentes. El proyecto se realiza ante la escasez de agua del río Guadajira y tras los años de sequía para facilitar la molienda del trigo de los vecinos. En el muro de la presa fue construida una capilla, aprovechando un espacio entre el 5º y 6º contrafuerte, como pequeño oratorio para el señor Obispo, dándole su sello personal a la obra considerada como caso único en este tipo de construcciones. Actualmente ha quedado totalmente olvidada, utilizándose como depósito del agua dentro del sistema de depuración de la presa.