Es el prototipo de casas solariegas más antiguo que podemos encontrar en la ciudad, fue construida en el siglo XIV, estando catalogada como bien de protección estructural. La casa de inscribió en primera posesión  en el registro de la propiedad a favor de la Condesa de Chinchón, vecina de Madrid en 1866 por herencia recibida de sus padres.

Se cree que en algún momento vivió en ella alguna Dignidad Eclesiástica por algunos detalles ornamentales que aún se conservan en su interior, así como una capilla particular. En la actualidad conserva el artesonado de madera de nogal.

De su hermosa fachada destacan las originarias verjas de forja, la puerta de acceso de enmarque granítico y su curioso balcón a modo de púlpito.