El cauce al que se refiere el topónimo - Arroyo- es el Tripero, que delimita la localidad por su extremo Sur. Sobre su corriente se encuentra un puente medieval de buena factura, aún en servicio, con tres arcos de ladrillo y estribos por ambos lados. En época reciente se han dispuesto bajo el puente unas zapatas de hormigón y una canalización que desvirtúan por completo el valor histórico y ambiental del monumento.
En sus inmediaciones se conservan las minas de la ermita de San Pedro y el Pozo Tamujal.
El Templo fue reconstruido en el siglo XVIII, época a la que corresponden las pinturas decorativas que cubren sus muros y bóvedas. La visita a Cubillana resulta recomendable, si bien su situación como propiedad particular no hace fácil este propósito