El edificio de la antigua Cámara Agraria fue antes propiedad de un industrial, D. Manuel Pérez Martínez, que tenía instalada su bodega y comercio en los bajos de la vivienda. Estructuralmente es un almacén adosado a la torre albarrana en su parte norte. En los años 80, habiendo desaparecido las cámaras agrarias y hermandades sindicales del franquismo, se intentó eliminar esta edificación para liberar la torre albarrana, pues ya se habían retirado las edificaciones del lienzo norte y su barbacana, recuperando el foso. No obstante, dado que el Museo Etnográfico estaba haciendo uso de su planta superior como almacén y oficinas, se optó por la solución intermedia de vaciar la planta inferior, quedando actualmente como un espacio porticado para refugio del visitante en los días de lluvia o en los calurosos días del verano.
Su estilo arquitectónico presenta exteriormente elementos propios de la decoración modernista, aunque reniegue de ella, pero estilizada y abstracta, usada por el secesionismo vienés de finales del S. XIX y principios del XX, con uso de espacios blancos y modelos geométricos.