A las afueras se encuentra el santuario de Ntra. Sra. De las Cruces, Patrona de la ciudad, a la que el vecindario acude el Lunes de Pascua.
En ella podemos encontrar el retablo barroco procedente de una Capilla del Palacio del Marqués de Monsatlú, así como la Imagen de la Virgen (1938), obra del escultor dombenitense Pedro de Torre-Isunza. En el mismo enclave se encuentra la casa del ermitaño y un amplio salón para uso de la ermita.
Según el clérigo Calderón Martín, la Ermita existía ya en 1577. Según algunos historiadores, la Ermita de Nuestra Señora de las Cruces se construyó en 1375-76.
En 1817, pasada la Guerra de la Independencia, fue reparada y puesta nuevamente en funcionamiento. En 1885 se construye nuevamente el Presbiterio, Camarín y la Sacristía; además, se levantó en proporción todo el cuerpo de la antigua Ermita a fin de que formara un conjunto armónico, separando también el Presbiterio con una esbelta y firme reja (1901). En 1945 se restaura al completo la Ermita. Nuevamente, en 1991, bajo la dirección del arquitecto José Benito Sierra Velázquez, se sanea el interior y exterior (con la plataforma de piedra blanca de Cáceres en todo el perímetro de la Ermita); se construyen los arcos laterales, servicios, fuente de piedra labrada, se reforma totalmente el retablo, se coloca el piso interior de mármol, techumbre nueva y se renueva el Camarín. La bóveda fue pintada por el dombenitense José Gallego Sánchez.
En 1983, el Obispo de Plasencia, D. Antonio Vilaplana, declaró a la Ermita “Centro Oficial de Peregrinación en la zona Sur de la Diócesis”, durante el Año Jubilar de la Redención.
En el año 2019 tiene lugar una restauración de la rejería que separa el presbiterio de la nave, devolviéndola a su estado original de 1901; es decir, una reja plateada con pequeños detalles en oro, haciendo que se aprecie con mejor claridad a la Patrona.
La festividad de la Virgen se celebra el día 12 de octubre, en torno a la Fiesta de Interés Turístico de Extremadura “La Velá, Tradición y Gastronomía”.