Antiguamente, cuando no había agua corriente en casa, existía una gran tradición donde las mujeres iban a por agua a las fuentes cargadas con cántaros de barro que sostenían con soltura en cabeza y caderas. En homenaje a aquellas mujeres y a aquella forma tradicional de llevar el agua a sus casas, en los años 90 se construyó una de las fuentes más emblemáticas del pueblo, la denominada EL CAMINO.