El paraje de Los Molinillos recibe su nombre de los varios molinos que aprovechaban el agua del barranco de la Villa o Pasay para moler cereales y aceituna. Quedan en pie restos de estas construcciones, en concreto la del llamado de Dominguito, de principios del primer tercio del s. XX, situado frente a una gran afloración rocosa de cuarzo y pizarra, desde la que se puede contemplar un pintoresco panorama y entrar en contacto con la naturaleza.