Barrios como el de Santa María y Santa Ana poseen un rico y atractivo conjunto de casas solariegas que pertenecieron a las familias más adineradas de la localidad. Las enormes fachadas han sido adornadas con escudos de armas, rejas de foja, cornisas y portadas de piedra adintelada. Algunos de los ejemplos más destacados son los palacios del Marqués de Riocabado, de la Marquesa de Ferrera o de los Condes de Torrepilares.