Esta construcción la encontramos en término municipal de la vecina La Zarza.
Estuvo dotado de cinco pares de muelas, de las que conserva cuatro en su lugar original y otras reutilizadas a modo de pavimento. Está realizado en mampostería enfoscada combinada con ladrillos en los arcos. La cubierta es a dos aguas con bóveda de cañón en el interior, realizada en ladrillo y también enfoscada. La longitud de la nave, es el molino de mayor tamaño de los que hemos visitado, hace necesaria la presencia de arcos fajones que refuercen la bóveda de cañon, realizados tambien en ladrillos.
Un elemento novedoso con respecto a la serie de molinos que os hemos presentado, es la existencia de una pequeña estancia, justo encima del cárcavo de la tercera pareja de muelas, dotada de una chimenea. También está abovedada y cuenta con respiradero. El efecto del sonido del agua que corre bajo tus pies es brutal en esta sala. La interpretación de la sala debe ir en relación con la ocupación que de la misma debería hacer el molinero en época de faena.
En el exterior destaca la presencia de una larga pesquera, cuya longitud se intuye al estar cubierta por una densa zarza, aunque es posible apreciar que se apropiaba de gran parte del caudal de agua que corría por el cauce del Matachel en este punto. Destaca también la posición del molino. Éste, como la mayoría de los ejemplos que conocemos en el entorno se sitúa presentando el lado largo del rectángulo de su planta, en perpendicular al sentido del río. la disposición de este molino le da un giro a este planteamiento, situándose un tanto en diagonal al sentido del rio. Tal vez sea la causa de la furia del agua al pasar por sus cárcavos.
*Información obtenida de Emerita Expediciones.