Dejando atrás Peñalsordo por la carretera que nos lleva a Belalcásar, en plena comarca de la Serena nos encontramos con un interesante recinto vallado con un acceso muy peculiar, un empedrado que nos insinúa que entremos a través de los arcos de piedra, el complejo está lleno de árboles, bancos y alguna que otra barbacoa, allí se encuentra la Ermita de Santa Ana.
La ermita de Santa Ana estaba en ruinas y poco a poco se ha ido reconstruyendo creando alrededor de ella este particular lugar con arboleda, barbacoas, pista de baile, mesas para comer e incluso un bar, pues es este lugar donde se realizan diferentes festividades religiosas en el pueblo como las romerías del 1 de mayo y la romería que antecede a las fiestas patronales del 15 de agosto.
La ermita es de construcción moderna debido a su remodelación, posee un pequeño campanario hecho en ladrillo visto, una nave de pequeñas dimensiones y en la fachada principal hay una puerta con cristalera traslucida desde la que se puede observar la imagen de Santa Ana acompañada de velas y flores.