Pasar al contenido principal
Row
Espacio natural

El río Matachel es uno de los afluentes más importantes del Guadiana. Tiene una extensa cuenca que comunica Sierra Morena con las Vegas Bajas del Guadiana lo que hace del Matachel un importante corredor medioambiental. Sus aguas se conservan en buen estado lo que permite, por ejemplo, la presencia en su cauce de nutrias, un mustélido al que se considera un indicador muy fiable de la buena salud de los cauces fluviales. El Matachel es, desde luego, uno de los enclaves naturales más importantes de Extremadura y su importancia medioambiental se ha incrementado con la presencia del lince ibérico.

El Matachel nace en el cortijo del Bruto, en Sierra Morena, cerca de Azuaga, y se une al cauce principal del Guadiana en Don Álvaro, cerca de Mérida. De cabo a rabo, su cauce tiene 124 kilómetros de longitud y su cuenca se extiende sobre 2.546 kilómetros cuadrados. En hidrografía se considera cuenca de un río a todo el territorio sobre el que cualquier gota de lluvia que caiga, en teoría, debe terminar en el fondo del cauce de ese río.

El afluente nace a 598 metros de altitud y entra en el cauce del Guadiana por la izquierda, a 205 metros. Este importante río recorre la provincia de Badajoz y divide prácticamente por la mitad a la comarca de Tierra de Barros, de la que es su principal vía fluvial, como se afirma en Wikipedia. En su tramo final, sus aguas se embalsan en la presa de Alange. 

La cuenca del río Matachel es muy poco pronunciada, originando una red de drenaje sinuosa y densa en la que también participan un gran número de arroyos y riachuelos estacionales, dice Wikipedia. Sus principales cauces tributarios son, por la izquierda, el Bonhabal, el Retín y la Rivera de Usagre y, por la derecha, el río San Juan y el Palomillas.

El clima mediterráneo que caracteriza la zona, marca grandes diferencias estacionales en su caudal, llegando a ser prácticamente testimonial en época veraniega. En sus aguas y riveras se puede encontrar fauna de muy elevado valor ecológico tales como el jarabugo, un pez endémico del Guadiana, y mamíferos como el meloncillo, la gineta y el gato montés, así como cigüeñas, garzas, rapaces y, por supuesto, linces ibéricos, que por estar en peligro de extinción hay que mimar defendiendo su hábitat y respetando su preferencia de paso por las carreteras.

38.577207380638, -6.1581901198176