En la cota más elevada del Cerro del Calvario se erige esta recia estructura de hormigón romano y sillares. Hasta mediados de los setenta formó parte de la estructura de la ermita del Calvario, donde tenía su sede la Cofradía de Penintencia más antigua de la ciudad. El derribo de este edificio puso al descubierto la que probablemente fuera la torre desde la que se distribuyeran, por toda la zona norte de Augusta Emerita, las aguas procedentes de la conducción hidráulica de Proserpina. Por su planta en U y por los restos de mármol, es posible que esta torre contara con una fuente monumental o un ninfeo. Su presencia dignificaría y sacralizaría el lugar, lindero al kardo máximo.