El yacimiento de Casas del Turuñuelo se localiza en la comarca de las Vegas Altas del Guadiana, próximo a la desembocadura del río Búrdalo. Aunque el yacimiento era conocido con anterioridad y había sido incluido en diversas publicaciones las excavaciones arqueológicas se iniciaron en el año 2014, momento en el que se llevaron a cabo la limpieza de varios perfiles y la ejecución de un primer sondeo cuyo objetivo era conocer la potencia arqueológica del enclave y el arco cronológico en el que se insertaba la ocupación.
Desde el año 2015 se han sucedido tres campañas de excavación que han permitido sacar a la luz parte de un majestuoso edificio construido en tierra que conserva en pie sus dos plantas constructivas, lo que lo convierten en un ejemplo único de la arquitectura protohistórica del suroeste peninsular.
Aunque apenas se lleva excavado un 20% de la superficie total del túmulo, ya se conocen tres de las estancias que se localizan en la parte superior del edificio y un enorme patio localizado en la parte inferior.
Los restos más interesantes recuperados durante las excavaciones del patio se corresponden con un enorme sacrificio de animales que fueron dispuestos sobre el suelo de este espacio. 52 caballos, 4 vacas, 4 cerdos y 1 perro entre los restos óseos recuperados, lo que convierten a este depósito en una hecatombe. Así mismo, entre los materiales arqueológicos recuperados en este espacio destacan un sistema ponderal de siete pesas de bronce, tres ungüentarios de pasta vítrea, los pies de una escultura de mármol de origen griego y cuatro cuencos de vidrio procedentes del norte de Grecia.
El estado de conservación del edificio y los materiales que lo acompañan permiten considerarlo uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la Protohistoria mediterránea. Las razones son numerosas, pero se pueden resumir en tres conceptos principales:
1) La documentación de unas estructuras arquitectónicas inéditas para la época
2) La recuperación de ricos materiales arqueológicos procedentes de diversas partes del Mediterráneo
3) La presencia de un sacrifico numeroso de animales o hecatombe, relacionado claramente con un acto de carácter ritual.
Además, y para mayor espectacularidad de este hallazgo, la mayoría de estos animales son équidos. Este descubrimiento ha supuesto un catalizador para que alrededor del Turuñuelo y de sus équidos sacrificados, se haya formado un equipo multidisciplinar de arqueólogos, arqueozoólogos, veterinarios y biólogos especialistas en ADN antiguo, con unos objetivos concretos: reunir toda la información posible de estos équidos y con ella, conocer mejor a la sociedad tartésica que los sacrificó.