De estructura longitudinal, esta luminosa plaza es ampliamente conocida por el portal manuelino que da entrada al Ayuntamiento, denominado erróneamente como Palacio de los Duques de Cadaval. En un extremo, el símbolo de Olivenza, el olivo. En el otro extremo la antigua puerta del Ayuntamiento con las armas de Portugal mutiladas para aprovechar la piedra, dedicándola a Isabel II y picada de nuevo para celebrar la constitución española de 1845. Frente a ella una reproducción ideal de la antigua picota que allí se encontraba. En el suelo, en mosaico al modo de la calzada portuguesa, una reproducción de un plano de la ciudad realizado en el siglo XIX. La torre del reloj es de finales del siglo XV, construida sobre la preexistente torre de la muralla medieval.