Declarada como Bien de Interés Cultural, la Iglesia Parroquial del Santa María del Valle está ubicada en el centro urbano de Villafranca de los Barros.
Se trata de un templo de la segunda mitad del siglo XVI aunque edificado sobre una construcción anterior. Fue construido cuando la localidad pertenecía a la Orden de Santiago y encargado al arquitecto Andrés de Maeda, por mandato del Emperador Carlos V.
Haciendo un breve repaso al marco histórico en el que se construye la primitiva Iglesia, diremos que en las primeras décadas del siglo XIV se funda la aldea de Moncovil, en el lugar que hoy ocupa Villafranca y es el Maestre de La Orden de Santiago, el infante D. Fadrique, quien, a mediados del siglo XIV, le da a la aldea la categoría de Villa, creando por tanto la necesidad de dotarla con parroquia y encomienda propias. Ambas se van a construir en un espacio aún sin urbanizar, al SE de la Plaza Vieja.
En 1575, se coloca la monumental portada, conocida como Puerta del Perdón, de la que más tarde hablaremos.
Ya en 1586, se dota al templo de un Retablo Mayor, otra de las joyas de la iglesia.
En la segunda mitad del siglo XVI, se construye delante de la fachada principal de la Iglesia, el Convento de las monjas Clarisas de Ntra. Sra. De la Encarnación, que permanecerá hasta su demolición en 1955.
Durante los siglos XVIII, XIX y mediados del XX Villafranca experimenta un nuevo crecimiento demográfico y económico, que llevan realizar importantes arreglos y mejoras en el edificio de la iglesia parroquial de Sta. María del Valle.
En un interesante documento del Concejo de 1765, aparece la aprobación de la construcción de una preciosa plaza pública, así como la edificación de una nueva cárcel y casa consistorial, queda por tanto constituida la Plaza Nueva y el entorno donde se ubica la Iglesia Parroquial de Sta. María del Valle.
Es una construcción de estilo gótico, de planta rectangular dividida en tres naves sostenidas por gruesas columnas y cubiertas con bóvedas de crucería, destacando la bóveda del sotocoro de estilo gótico flamígero.
En los siglos posteriores siguió cambiando su imagen debido a distintas reformas y ampliaciones que contribuyen a su aspecto actual, como las seis capillas laterales creadas en la ampliación del templo en el siglo XIX, la sustitución de las tres capillas góticas por una capilla mayor de cabecera plana, la reforma del crucero, con una cúpula sobre pechinas o la prolongación de la altura de la torre y de los contrafuertes.
Incluso entrado el siglo XX se acometen nuevas reformas, como la decoración con pinturas de la bóveda del altar mayor y recientemente la sustitución del chapitel que remata la torre o el cambio de la solería del templo.
PUERTA DEL PERDÓN
El retablo y la portada son las dos partes que más atención concentran de las iglesias, son herramientas que se utilizan para difundir mensajes y captar la atención de los visitantes. La portada, en el exterior es un elemento utilizado para invitar a entrar y el retablo, en el interior, nos lleva más a la reflexión y culto.
La Puerta del Perdón se construye a finales del siglo XVI, la obra fue ejecutada por maestro Andrés de Maeda hacia el año 1575, según una inscripción encontrada en el sotocoro. El estilo con el que se construyo es gótico tardío (hispano-flamenco), con elementos decorativos renacentistas. El estilo artístico no se corresponde con la fecha en la que se construye pues corresponde a la época de los Reyes Católicos conocido como gótico-flamígero y la portada se coloca durante el renacimiento. Al igual que no coincide el escudo de imperial que precede la portada, ya que en 1575, reinaba Felipe II y el escudo que aparece es del Emperador Carlos V.
Constructivamente la fachada es un retablo hecho en piedra, muy decorativo. La portada está compuesta por una serie de arcos superpuestos. Un arco carpanel, situado en el primer cuerpo, que en la parte inferior está decorado con elementos vegetales que alternan con animales fantásticos y en la parte superior, con figuras humanas que representan distintos oficios que intervienen en la construcción de la puerta: cantero, herrero, picapedrero y vidriero…
Un arco mixtilíneo, también perteneciente al primer cuerpo y en el cual se repite la misma decoración de motivos florales y animales fantásticos que en la parte inferior. En la parte exterior del arco aparecen floretas. El arco está presidido por la imagen de la Virgen de estilo gótico, tallada en mármol de Burguillos del Cerro. En los laterales se pueden observar otras dos esculturas de bulto redondo, que pertenecen a San Juan Evangelista y Santiago El Mayor.
En el segundo cuerpo nos encontramos con un arco conopial, decorado con motivos vegetales y florales. En su interior se encuentra un óculo con vidriera, que da luz al coro de la iglesia. El rosetón está formado por tres arquivoltas concéntricas, la primera decorada con flores y plantas. La segunda con figuras de ángeles músicos, que portan distintos instrumentos musicales, llama la atención uno de ellos portando una ballesta y un dragón, que podría simbolizar el acecho constante del mal. La tercera decorada con conchas que aluden a los peregrinos del Camino de Santiago. A ambos lados del rosetón se observan dos figuras que podrían ser dos peregrinos. En la parte superior se observa un medallón con una figura del Padre Eterno bendiciendo.
Finalmente en el último cuerpo aparecen cuatro medallones enmarcando una representación del tetramorfo, que simboliza a los cuatro evangelistas: San Juan, representado con un águila, San Mateo, con un hombre con alas, San Lucas, con un toro y San Marcos con un león.
Para rematar la portada aparece el escudo imperial de Carlos V y sobre él un calvario con Cristo crucificado con la Virgen María y San Juan.
RETABLO
El retablo y la portada son las dos partes que más atención concentran de las iglesias, son herramientas que se utilizan para difundir mensajes y captar la atención de los visitantes. La portada, en el exterior es un elemento utilizado para invitar a entrar y el retablo, en el interior, nos lleva más a la reflexión y culto.
El retablo de la Iglesia de Sta. María del Valle, no se ha restaurado nunca, por lo que nos permite contemplarlo tal y como fue creado.
El primitivo templo no contaba con retablo, había un pequeño sagrario y una imagen de la virgen. Es ya a finales del siglo XVI, en 1575 tras la visita de los visitadores de la Orden de Santiago cuando se recomienda la construcción del mismo. Se empieza a construir en 1581 y la elaboración durará al menos hasta 1588. La obra es encargada por el Concejo a Juan de Valencia y varios artistas pertenecientes a la Escuela Renacentista de Llerena.
Se trata de un retablo de estilo renacentista fabricado en madera que relata distintas escenas de la vida de Cristo. Está compuesto por banco, tres cuerpos, tres calles, cuatro entrecalles, separadas por columnas jónicas y corintias adornadas con telamones (niños) y un ático.
El ático: es la parte superior de la calle central de un retablo. Suele estar representado el calvario o el Padre Eterno.
Cuerpo: cada una de las divisiones horizontales o pisos de un retablo. Calle: espacios verticales que cruzan los diferentes cuerpos.
Entrecalles: Espacios más estrechos que separan las calles.
En el retablo se narran diferentes escenas:
- En el banco encontramos escenas de la pasión de Cristo: Flagelación, Prendimiento, Oración en el huerto, la Coronación de Espinas, Vía Crucis, Cristo ante Pilatos.
- En las calles laterales: La Natividad, La Circuncisión, La Resurrección, La Ascensión, La Epifanía y Pentecostés.
- En las entrecalles se colocan imágenes de los Apóstoles.
- En La calle central, de abajo arriba aparecen las imágenes de San Marcos (por pertenecer eclesiásticamente al priorato de San Marcos de León dentro de la Orden de Santiago) y Ntra. Sra. Del Valle (talla policromada del SXVII y titular del templo). Más arriba tenemos El Calvario, al igual que lo encontramos en la Portada.
- Y en el ático, el Padre Eterno con un triángulo que representa a la Santísima Trinidad, guardando relación con el que aparece en la Portada del Perdón. A ambos lados rematando el retablo se observan dos medallones con la Cruz de la Orden de Santiago.