Situadas en el camino de San Bernabé, las llamadas Piedras de Sangre, son unas piedras de color rojizo y con ciertas marcas características. Los mayores del lugar justifican el color rojo contando que se trata de la piedra en la que murió desangrado el Santo al caer sobre ellas; las marcas según cuenta también la tradición, las hicieron sus animales cuando pastoreaba el santo con sus rebaños