Esta ermita pudo ser edificada hacia finales del siglo XV, puesto que ya en 1527 hay constancia de su existencia en los libros de Acuerdos del Archivo Histórico Municipal. Es una pequeña construcción de una sola nave, techumbre a dos aguas rematadas en espadaña a la que se accede a través de una pequeña verja y con pórtico de acceso constituido por dos arcos de medio punto que descansan sobre una columna central. La nave tiene bóveda de cañón y cuatro capillitas, con arcos de medio punto, dos en cada lateral y altares en las más próximas a la cabecera con imagen de San Vicente en la izquierda, San José en el de la derecha, y junto a él, la imagen del Cristo de la ermita del Espíritu Santo.