El caserío se organiza en torno a la iglesia parroquial de Santa Marta. Esta resulta originaria del siglo XVI, con numerosas remodelaciones de época posterior; la última, consistente en la reposición de las cubiertas, data de fecha reciente.
El edificio es de grandes proporciones, con estructura de cajón de composición exterior poco variada. El interior presenta gran espacialidad, con cabecera más elevada que la nave. El retablo mayor constituye pieza de particular interés, que se cuenta entre las mejores de su especie en la región. Se trata de obra clasicista en cuya realización intervinieron los entalladores Francisco Gómez y Salvador Muñoz, con pinturas del pacense Sánchez Picaldo.