En el aspecto monumental el hito más señalado es la iglesia parroquial de San Blas, originaria del siglo XVI, muy modificada después, y no concluida hasta el XIX. Es de una sola nave con cabecera cupulada, presentando al exterior armónica fachada encalada con airosa torre y portada renacentista. Como Pila de agua bendita se utiliza un capitel romano.