Es interesante destacar que el núcleo central del municipio, la plaza Mayor, está ubicado sobre un manantial, del que mana el arroyo Hondo.
Como curiosidad, puedes observar desde la fuente, en el último tramo de la torre de la iglesia, una veleta coronada por la silueta de un gallo. Este es el conocido “Gallito de la Torre de Bienvenida”. La costumbre de colocar veletas con un gallo se remonta a la Edad Media debido a que el Papa Nicolás I ordenó que se colocara un gallo, en lo más alto de las iglesias, para simbolizar las tres negaciones de San Pedro a Jesús (“tres negaciones después de la Última Cena antes de que cante el gallo”).
Como en la parte superior de los campanarios existían ya las veletas con forma de flecha, inicialmente se ataron aves vivas encima de éstas, pero con el paso del tiempo, se dejaron de usar animales vivos y se crearon las veletas con gallos forjados en hierro.