Preside la atractiva plaza de configuración asimétrica distribuida en diferentes ámbitos, que ocupa uno de los extremos del pueblo. Su arquitectura revela los rasgos portugueses que en todos los aspectos distinguen al lugar, como resulta propio de su larga pertenencia al dominio lusitano. Se trata de realización de modestas proporciones realizada en mampostería encalada, con los esquinazos de sillería y torre de un solo cuerpo y poca altura, que encaja de forma poco habitual en la nave. En la zona superior de la torre se abren campanarios, teniendo remate de chapitel. En la fachada frontal presenta vano adintelado dieciochesco al gusto portugués. El interior es de nave única con cabecera plana y cubierta de bóvedas de arista. Sobre el lado de la Epístola se desarrolla un ala de capillas. Sus contenidos artísticos son prácticamente inexistentes, careciendo incluso de retablo.