En cuanto a los paisajes y parajes naturales que existen en el Término Municipal de Bienvenida, contamos con la Sierra de Bienvenida y el parque natural en la zona sur de la localidad.
La Sierra de Bienvenida, se haya situada al este de Bienvenida, a poca distancia del pueblo, a la izquierda de la carretera que une Fuente de Cantos con Llerena, aunque el mejor acceso es a través de la pista forestal que va desde Bienvenida a Villagarcía de la Torre, desviándose en el primer camino que aparece a la derecha.
En pleno corazón de la campiña cerealista, aparece este paraje, ejemplo representativo del matorral mediterráneo, como inicio de una cordillera más amplia formada, además, por las Sierras de la Capitana y del Calabozo, ambas y en el término municipal de Llerena. Su altitud media está entre los 650 y 750 n s.n.m., alcanzándose su punto más elevado en el Cerro del Monigote con 794 m, señalizado como vértice Geodésico por el Instituto Geográfico Nacional. Las pendientes de sus laderas son del 20-30 por ciento.
El recorrido por esta Sierra, de oeste a este, se inicia en una pequeña loma carente de vegetación arbórea y abrasiva, como continuación de ecosistema de pseudoestepa que le precede, para ir poco a poco ascendiendo hasta llegar el Cerro del Monigote donde la vegetación natural ha sido sustituida por pinares de pinos piñoneros, apareciendo un sotobosque no muy denso formado fundamentalmente por especies de Cestáceas (jaras y jaguarzos), con el jaguarzo morisco (Cistus crispus) y el jaguarzo blanco (Cistus albidus) como principales representantes.
En la cumbre de este monte se ven algunos olivares de poca extensión, lo que nos hace pensar que parte de esta sierra pudo estar cubierta por este cultivo, pues, más adelante, en el Cerro Gordo, aparece un olivar abandonado desde hace tiempo, donde el matorral ha ido ocupando terreno adquiriendo por ello en esta zona su mayor espesura y variedad, así encontramos encinas de pequeño porte, coscoja, lentisco, jaguarzos, lavádula, olivilla, torbisco, rusco, madreselva, tomillo, etc.. formando un entramado que hace difícil a veces caminar en su interior. Es en esta parte de la Sierra, aunque en general en toda ella por formar una “isla” dentro de la pseudoestepa, donde gran número de animales encuentra su hábitat, pues junto al abigarramiento de la vegetación, que le sirve de refugio, los olivos y las pequeñas encinas les proporcionan abundante alimento. Las especies más comunes en este ecosistema son currucas, zorzales, rabilargos, milanos, águilas culebreras, ratoneros, zorros, tejones, meloncillos, jinetas…
Por último, y antes de entrar en la Sierra de la Capitana, se aprecia una clara separación, en la ladera norte, entre esta zona de matorral y la dehesa de encinas que continúa en el resto de la sierra. En esta parte, por su cara sur, también existen algunos pies de eucaliptos como continuación de la repoblación llevada a cabo en la finca Cantalgallo, próxima a la Sierra, y que aquí no llegó a concluir.