El geógrafo e historiador Pascual Madoz afirma que en el cerro de igual denominación existen indicios de lo que fue, un fuerte y de una plaza de toros: de aquí precisamente, le viene su nombre.
Además, en las inmediaciones se ha comprobado la existencia de lo que fue un poblado de la Edad de Hierro. Lugar este pues, muy apreciado desde tiempos inmemoriales. Ya que, si nos fijamos bien, en el abrigo de una de sus rocas podemos descubrir ciertos trazos, ciertos símbolos, sí, en el mismo casco de Alange, tienes la posibilidad de encontrar Pinturas Rupestres.
No podemos pasar de largo sin hablar de una curiosa piedra salpicada con diferentes huecos, que suele llamar la atención de todo aquel que la ve y es que sobre esta piedra y durante la guerra, los alangeños hacían pruebas de tiro y ahí siguen, para recordarnos siempre la dureza y crueldad de un conflicto bélico.
Actualmente estos canchos forman un maravilloso mirador en el que se encuentra el Sagrado Corazón de Jesús, antes ubicado en la Plaza de España. Para subir a él tendremos que pasar por unas escaleras, y ya sólo nos queda disfrutar la belleza que nos ofrece, pues desde él, tenemos unas vistas panorámicas de toda la localidad y alrededores.